La dimensión global de la
siniestralidad laboral de la construcción en el mundo es difícil de
cuantificar, pues la mayoría de los países carecen de información sobre
este particular. Sin embargo, no sería aventurado afirmar que en las
obras de construcción de todo el mundo se producen cada año, como
mínimo, 55.000 accidentes de trabajo mortales. Es decir, aproximadamente
cada 10 minutos, se estaría produciendo un accidente mortal en el
sector.
El sector de la
construcción en España, registró ocho muertos por accidente laboral en
el mes de julio de 2011, con lo que el total de fallecimientos en el
sector asciende a 60 muertos en los siete primeros meses del año 2011.
Yo,
que he trabajado durante varios años a pie de obra como albañil,
encofrador y recurso preventivo entre otros, me he dado cuenta de la
falta de mentalidad que tienen los trabajadores para realizar las tareas
de forma segura y sin correr riesgos. El obrero, sigue creyendo que:
“soy mejor trabajador si, para no pisar la catifa de la azotea, hago
equilibrismo andando por el pretil”; esta es la mentalidad que debemos
cambiar. Hay que concienciar al operario para que no haya ni un muerto
mas en accidente laboral y la mejor manera es mediante la formación,
contribuyendo así, a la interiorización de una “cultura preventiva” que
mejore sus actitudes para que entienda que en el trabajo, no hay por que
jugarse la vida. Al igual que se cambió el estereotipo en el cine del
“chulito fumando” porque promovía el tabaquismo; de igual modo,
fotografías tan famosas como la de los trabajadores del Rockefeller
Center, comiéndose el bocadillo en una viga suspendida en el aire, es lo
que fomenta el estereotipo del “obrero chulito”.
Me gustaría que los cinco candidatos a la Generalitat en 2006, los cuales emularon a los obreros del Rockefeller Center sentándose en una viga de las obras de construcción de la línea del AVE Madrid-Barcelona (pero a una altura prudencial para evitar sustos, claro), reflexionaran que esa es la mentalidad que tenemos que cambiar, que eso no es cultura preventiva. Charles Ebbets, no hizo sus famosas fotos de los años 30 para alabar la fantástica capacidad de equilibrio y falta de miedo de los indios mohawks…Las hizo para denunciar las precarias medidas de seguridad que había en aquella época.